viernes, 18 de marzo de 2011

Un Nuevo Mundo


Colo-Colo  y Santos disputaron la noche del miércoles un entretenido encuentro correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Ganó El Colo 3-2, consiguiendo así su primera victoria como local ante un equipo brasileño tras catorce años de sequía. Me habían hablado muy bien del fútbol que se desplegaba en los mejores campos latinoamericanos, así como de las imperdibles retransmisiones que ofrecía Gol Televisión con Nico Nardini y el Coco Nazar, sin embargo, lo que ayer retuvo mi sueño fue la ilusión por descubrir al Santos y a dos de sus jugadores: Paulo Henrique Ganso y Neymar da Silva.

Eran las dos de la noche y el balón comenzaba a rodar en un Monumental lleno hasta la bandera. Ese ambiente incomparable se contraponía a mi miedo inicial a lo desconocido, a ese fútbol que sólo había visto de manera residual y del que temía que su bajo ritmo se acabara imponiendo a mi café. Pronto se disiparon las dudas y empecé a disfrutar de un espectáculo al que no le faltaba de nada. Sin tiempo para colocar a los jugadores sobre el campo, apareció Elano, de vuelta en su club de origen, y metió un gol desde casi cuarenta metros donde el portero falló calamitosamente. En cambio, el 0-1 envalentonó a Colo-Colo que se fue decidido a por el empate. En los cuarenta minutos que siguieron al gol de Elano, el Cacique ridiculizó a la defensa paulista, en especial por los movimientos de los tres atacantes del conjunto del Tolo Gallego: Jorquera, Paredes y Miralles. Este último se erigió en el gran protagonista, primero iniciando con un magnífico pase el gol del empate de Paredes y después anotando el segundo. Santos quedaba retratado como un equipo muy partido, mal trabajado (su técnico es un interino), incapaz de sostener en defensa todo lo que podría llegar a generar en ataque. Llegó el 3-1, obra del capitán Scotti, y el delirio era incontenible en el estadio santiaguino. Antes del descanso entró en el conjunto brasileño Rodrigo Possebon, antiguo mediocentro del Manchester United, diluido desde su lesión en 2008 durante un partido de Carling Cup. Muchos reds soñaron con que alguna vez éste sería el mediocentro creativo que hoy tanto echa en falta el equipo de Ferguson, pero el camino de Rodrigo parece que ya nunca será el de la excelencia pese a contar todavía con sólo 22 años.



La segunda parte fue muy diferente, con un Santos dominador, jugando desde el principio en campo contrario; era el momento de P.H. Ganso y Neymar. El primero, de 21 años, debutaba en Copa Libertadores tras pasar los últimos siete meses lesionado, por lo que su ritmo siempre fue inferior a lo que requería el partido. Sin embargo, sí dio muestras de su excepcional habilidad en el último pase; si Ganso tiene el balón en la posición del trequartista es letal porque conoce el juego y todos sus misterios. A ese talento para descubrir huecos donde otros sólo ven piernas rivales, suma una técnica envidiable, cuyo rasgo más característico quizá sea la calidad con la que pisa el balón para eludir al contrario. A los tres minutos de la reanudación, Ganso recuperó un balón y sirvió con el exterior de su zurda para que Neymar encarase a Castillo y anotase el segundo de su equipo. Este delantero de 19 años vive en la Luna, pero tiene todas las condiciones para que si un día decide bajar a este mundo, lo ponga a sus pies. Capaz de acaparar a tres jugadores del equipo chileno cada vez que cogía el balón, su mérito residía en la agilidad sorprendente con la que se iba de ellos. Su técnica es extraordinaria, con un primer paso brutal y una capacidad para regatear al portero sublime. Maravilló en el último Sudamericano Sub-20 y antes de ayer hizo enmudecer durante varios minutos a la hinchada del Monumental, tan temerosa de los pies de Neymar como de las manos de su arquero. Colo-Colo se encontró muy pronto con el 3-2, pero supo sufrir (imperdibles las imágenes del Tolo Gallego en la banda) y terminó el partido en campo paulista, mereciendo el cuarto gol ante un equipo que con el paso de los minutos ya sólo se sostenía por Neymar, apareciendo en los dos flancos del ataque, y Danilo, lateral diestro muy interesante. 

Finalmente se consumó la derrota del Peixe, que se queda con dos puntos tras la primera vuelta de la competición. Colo-Colo, justo vencedor, se aúpa al primer lugar del grupo 5 con seis puntos. El próximo partido entre ellos (el 6 de abril) se presenta como una final para el Santos: Vila Belmiro dictará si el equipo paulista está preparado para pelear por el título continental. En cualquier caso, ambos conjuntos nos brindaron una gran noche de un fútbol diferente al europeo, donde prima más el balón y la verticalidad que la intensidad y la ocupación de los espacios. Sin embargo, anoche ganó el equipo que reunía más cualidades del segundo tipo. Así es este deporte; a veces tan delicado como Ganso, otras tan irreverente como Neymar, pero siempre, en cualquier rincón del planeta, enormemente competitivo como Miralles.